En català desprès de
les fotos.
Si hay una experiencia que viví en Japón, que me hizo sentir como si fuera realmente de allí, sin duda fue alojarme en los Ryokans.
En la entrada sobre los baños tradicionales japoneses 2ª parte, los nombré, ahora contaré su historia y como son en la
actualidad.
En el Período Nara (710-794), la gente viajaba a
pie, el caminante empezó a buscar refugio para pasar la noche, por lo peligroso
que comenzó a ser estar a la intemperie. En un principio había casas
particulares que ofrecían alojamiento gratuito, a estas casas se las llamó
Fuseya, así mismo un grupo de monjes budistas, ocasionalmente, empezaron a
ofrecer alojamiento a los viajeros que lo necesitaban. En el Periodo Heinan
(794-1185), se crearon los Shukubō traducido como “alojamiento en un templo”.
Posteriormente en el Período Kamakura (1192–1333) surgieron los Kichin-yado,
que eran alojamientos donde solo se pagaba la leña que se usaba para calentar
la estancia y para cocinar. Todos estos establecimientos fueron los precursores
del Ryokan.
En el Periodo Edo (1603-1868) también llamado periodo
Tokugawa por ser la época en que reinaron los shōgunes, se creó la ruta Tōkaidō
(foto 1 y 2) que con 488 km . transcurría por la costa del Mar del Este,
desde Kyoto, antigua capital imperial, a Edo que fue la capital del primer
shōgun, Tokugawa Ieyasu, y que es la actual Tokyo. Fue el camino mas
transitado, de los cinco que se construyeron en esa época. Se calcula que en
1750 un millón y medio de personas al año lo recorrieron y la cantidad fue en
aumento con los años venideros. La
mayoría de los viajantes lo hacían a pie, la gente con dinero lo hacia en kago
(foto 3), y también los daimyō o señores feudales recorrían el camino como
mínimo cada dos años, estos lo debían hacer a caballo, para rendir cuentas al
shōgun, en cambio todas las mercancías
viajaban por mar. Como se tardaba unas
dos semanas en recorrerlo de punta a punta, el gobierno construyó lugares de
descanso y avituallamiento así como puestos de control de viajeros, estos
lugares eran llamados Shukuba. Sobre 1750 se crean de manera oficial los Ryokans
o posadas (foto 4).
Creados, en un principio, para alojar a viajantes
por solo una noche, y construidos a la
manera tradicional de las casas de la época, estos establecimientos poco han cambiado con
el tiempo. Adaptándose a las comodidades
actuales como agua corriente, luz, televisión, etc…han guardado la estética y
costumbres de sus inicios, pero refinándose al máximo a fin de poder albergar a
turismo de calidad.
Primero decir que estos establecimientos suelen
estar regentados por mujeres, que a su vez son las dueñas o las esposas de los
dueños. Ellas reciben el nombre de Okami. Es tradición que estos negocios sean
familiares, con lo que puede coincidir que hasta tres generaciones trabajen
conjuntamente. En este caso encontraremos a la Okami , a la Oo-kami (Gran Okami) y la Waka-okami (Joven
Okami). En el caso de no haber hija que
herede el puesto, se pasa a la nuera. Estas mujeres son las encargadas de
recibir y despedir a todos y cada uno de los huéspedes de su casa, así como el
control del funcionamiento del Ryokan. Se reservan a los hombres de la familia
los trabajos de mantenimiento y gestión, pero con el mínimo contacto con los
clientes.
Además de la Okami , en el Ryokan, están las Nakai-san que son
las amables camareras que tras recibir al viajero, juntamente con la Okami , lo acompañan a su
habitación cargando con el equipaje, le muestra las dependencias, le ofrece las
geta, que se calzará para andar por las zonas comunes y tras servir el te de
bienvenida, si es necesario le ayudará a
vestir el yukata. Posteriormente, y
posiblemente mientra el huésped este tomando un baño en el onsen o este paseando
por el jardín, estas camareras transformaran la sala de la habitación, en dormitorio.
Las volveremos a encontrar sirviendo la tradicional cena llamada kaiseki y a la
mañana siguiente sirviendo el desayuno. Evidentemente también está el personal
de cocina, pero oculto a la vista del huésped.
Ahora que sabemos que personal encontraremos allí,
vayamos a adentrarnos en un Ryokan.
Actualmente enclavados en bucólicos parajes y la mayoría
en zonas de aguas termales, están rodeados de vellos jardines. Suelen estar
construidos en madera y como mucho tienen dos plantas de altura (foto 5 y 6). Nos
adentramos al amplio vestíbulo, donde está la recepción y que también está
provisto de una zona con sofás donde los clientes pueden acomodarse para pasar
un buen rato de conversación (foto 7). Allí nos esperaran la Okami y las Nakai-san (foto 8).
En algún Ryokan, allí dejaremos nuestro calzado dentro de unos taquilleros, en
otros podremos seguir con nuestros zapatos un rato más, y acompañados por la
camarera nos dirigimos a nuestra habitación, esta es más que un simple
dormitorio, normalmente se puede ocupar por cuatro o mas personas.
Tras una puerta al sistema occidental, con cerradura y llave,
encontramos el espacio llamado agari-kamachi (foto 9), aquí si, definitivamente
abandonaremos nuestro calzado, si no lo hemos hecho ya en el hall. Espacio
provisto de un pequeño armario zapatero, da paso al resto de las dependencias, todas
ellas a un nivel ligeramente superior. A partir de aquí, normalmente, todas las
puertas que encontremos en la habitación serán correderas, se llaman shoji si están
confeccionadas con papel washi traslúcido y fusuma si son de papel opaco, y terminadas con
un marco de madera (foto 10). Entramos en el washitsu que es la habitación en
si y podemos observar la escasez de mobiliario y la sobriedad de la decoración.
Aquí os dejo un esquema de los elementos que conforman una habitación standar
en un Ryokan y alguna foto (foto 11, 12 y 13).
El suelo está cubierto por tatamis. Confeccionados
con paja seca de arroz trenzada, cubierta con fibra de junco y ribeteadas con
cinta verde o con brocado, es el mejor suelo para pisar descalzos, sentarse en
almohadones y dormir con solo un futon entre el tatami y el cuerpo. Además del agradable aroma que desprende, como
si estuvieras en medio de un prado, es un gran aislante acústico y térmico
(foto 14).
Encima del tatami encontraremos una mesa baja en
medio de la sala, con cuatro sillas sin patas o simplemente cuatro cojines para
sentarse. Los nombres de todos estos elementos los encontrareis en el esquema.
A un lado de la habitación encontraremos el tokonoma, es el elemento más importante de la sala. A forma de altar, pero
sin connotación religiosa, allí se expondrán los elementos mas preciados.
Ligeramente elevado del suelo, tan solo unos centímetros, allí observaremos en
la pared el Kakemono, que es un pergamino con una pintura o con caligrafía y
sobre el tatami del tokonoma habrá, normalmente, un Ikebana (foto 15). Ikebanas podremos encontrarlos en varias
estancias del Ryokan, recepción, comedores, pasillos, etc….
Siguiendo en la habitación, tras otras puertas
correderas nos encontraremos una terraza cubierta llamada engawa, con una mesa
y dos sillas, estas son altas, como de
estilo occidental, en un extremo puede haber un pequeño tocador (foto 16).
En la zona de aseo y w.c. hay que acceder con unas
zapatillas que son de uso exclusivo para esta zona. En una dependencia
encontraremos el ofuro o bañera, el w.c. en otra dependencia anexa y el lavabo
en otra.
Al entrar, nuestra Nakai-san nos pedirá que nos
sentemos en la mesita del medio de la estancia, nos servirá un te con un
pastelito y nos proporcionará una toallita húmeda que hará las veces de
servilleta (foto 17). Nos dejará para disfrutar de este delicioso recibimiento
y al ratito volverá para ayudarnos a vestir el yukata, especie de kimono
sencillo de algodón y el tanzen, que
es como una chaqueta. Puede que a los japoneses no les hagan ninguna falta sus
diestras maniobras, pero para los occidentales es ardua labor el colocarse esta
vestimenta y sin ellas sería misión imposible (foto 18). También nos ofrecerán
unos tabi, que son esos curiosos calcetines que separan el dedo gordo del pie
del resto de sus compañeros, ideales para calzarse después las geta, si nos
apetece asear por los jardines o salir a dar una vuelta por la zona. Si, una
vez que estas vestido con el yukata, es ya la ropa que usaras hasta que te
marches del Ryokan (foto 19). Antes de
cenar te aconsejan que vayas a tomar un baño al onsen, de esta actividad no os
hablo pues ya lo hice el la entrada sobre los baños tradicionales japoneses 2ª parte (foto 20).
Después de la relajante actividad, la cena se puede
tomar en la propia habitación o en el comedor si viajas con un grupo. La cena
es todo un espectáculo culinario. Viene a ser lo que aquí llamamos “menú
degustación”, compuesto por muchos pequeños platos elaborados antiguamente en
las cocinas imperiales y cambiando dependiendo de la época del año, pero
básicamente compuesto entre 6 y 15 alimentos diferentes que serán únicos y no
se repetirán en otro plato, cada uno con detalles de guarnición sumamente
elegantes. Sopa miso, encurtidos,
verduras, pescado crudo y a la parrilla, arroz, alimentos al vapor, carne
marinada y así un sinfín de platillos en finísima vajilla van apareciendo ante
ti (foto 21).
Una vez terminada la cena, en muchos Ryokan ofrecen
actividades diversas, concretamente yo asistí a una demostración de taiko, que
son los tambores japoneses (foto 22).
Cuando regresas a la habitación, te encuentras que
la mesita del centro, con las sillas sin patas ha sido trasladada y ahora hace
las funciones de mesilla de noche, encima de ella nos han dejado un
despertador, unos vasos y una jara-termo lleno de agua helada (yo fui en
verano) y en el suelo la cama, bueno mejor dicho el futon, la almohada y el
edredón. Toda una experiencia dormir en el, sobretodo levantarse si no se
cuenta con buena condición física, como es mi caso (foto 23).
El desayuno, normalmente a escoger entre el
desayuno japonés con arroz, pescado, sopa miso, etc… potente desayuno ya que
allí se considera la comida mas importante del día o se puede optar por un
desayuno occidental tradicional.
Si viajáis alguna vez a Japón, no os dejéis perder esta experiencia, un verdadero viaje al pasado.
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Si hi ha una experiència que vaig viure al Japó, que em van fer sentir com si fos realment d’allà, sens dubte va ser allotjar als Ryokans.
A l’entrada sobre els banys tradicionals japonesos 2ª part, els vaig nomenar, ara explicaré la seva
història i com són en l’actualitat.
En el Període Nara
(710-794), la gent viatjava a peu, el caminant va començar a buscar refugi per
passar la nit, pel perillós que va començar a ser estar a la intempèrie. Al
principi hi havia cases particulars que oferien allotjament gratuït, a aquestes
cases se les va anomenar Fuseya, així mateix un grup de monjos budistes,
ocasionalment, van començar a oferir allotjament als viatgers que ho
necessitaven. En el Període Heinan (794-1185), es van crear els Shukubo traduït
com "allotjament en un temple". Posteriorment en el Període Kamakura
(1192-1333) van sorgir els Kichin-yado, que eren
allotjaments on només es pagava la llenya que s’usava per escalfar el dormitori
i per cuinar. Tots aquests establiments van ser els precursors del Ryokan.
En el Període Edo
(1603-1868) també anomenat període Tokugawa per ser l’època en què van regnar
els shoguns, es va crear la ruta Tokaido (foto 1 i 2) que amb 488 km . transcorria per la
costa del Mar de l'Est, des de Kyoto, antiga capital imperial, a Edo que va ser
la capital del primer shōgun, Tokugawa Ieyasu, i que és l'actual Tokyo. Va ser
el camí més transitat, dels cinc que es van construir en aquesta època. Es
calcula que el 1750 un milió i mig de persones a l’any el van recórrer i la
quantitat va ser en augment amb els anys vinents. La majoria dels viatjants ho
feien a peu, la gent amb diners anaven en Kago (foto 3), i també els daimyō o
senyors feudals recorrien el camí com a mínim cada dos anys, aquests que ho devien
de fer a cavall, anaven per retre comptes al shōgun, en canvi totes les
mercaderies viatjaven per mar. Com es trigava unes dues setmanes a recórrer-lo
de cap a cap, el govern va construir llocs de descans i avituallament així com
llocs de control de viatgers, aquests llocs eren anomenats Shukuba. Sobre 1750
es creen de manera oficial els Ryokans o posades (foto 4).
Creats, en un
principi, per allotjar viatgers per només una nit, i construïts a la manera
tradicional de les cases de l’època, aquests establiments poc han canviat amb
el temps. Adaptant-se a les comoditats actuals com aigua corrent, llum,
televisió, etc ... han guardat l’estètica i costums dels seus inicis, però
refinant al màxim a fi de poder albergar turisme de qualitat.
Primer dir que aquests
establiments solen estar regentats per dones, que són les propietàries o les
esposes dels propietaris. Elles reben el nom d'Okami. És tradició que aquests
negocis siguin familiars, amb el que pot coincidir que fins a tres generacions
treballin conjuntament. En aquest cas trobarem a la Okami , a l'Oo-kami (Gran
Okami) i la Waka-Okami
(Jove Okami). En el cas de no haver filla que hereti el lloc, es passa a la
nora. Aquestes dones són les encarregades de rebre i acomiadar tots i cadascun
dels hostes de casa, així com el control del funcionament del Ryokan. Es
reserven als homes de la família dels treballs de manteniment i gestió, però
amb el mínim contacte amb els clients.
A més de la Okami , al Ryokan, hi ha les
Nakai-san que són les amables cambreres que després de rebre al viatger,
juntament amb la Okami ,
l’acompanyen a la seva habitació carregant amb l’equipatge, els mostra les
dependències, els ofereix les geta, que calçaran per caminar per les zones comuns i després de
servir el te de benvinguda, si cal els ajudarà a vestir el yukata.
Posteriorment, i possiblement mentre l’hoste estigui prenent un bany al onsen o
passejant pel jardí, aquestes cambreres transformaran la sala de l’habitació, en
dormitori. Les tornarem a trobar servint el tradicional sopar anomenada kaiseki
i al matí següent servint l’esmorzar. Evidentment també hi ha el personal de
cuina, però ocult a la vista de l’hoste.
Ara que sabem quin
personal trobarem allà, anem a endinsar-nos en un Ryokan.
Actualment enclavats
en bucòlics paratges i la majoria en zones d’aigües termals, estan envoltats de
bonics jardins. Solen estar construïts en fusta i com a molt tenen dos plantes d’altura
(foto 5 i 6). Ens endinsem a l'ampli vestíbul, on hi ha la recepció i que també
disposa d’una zona amb sofàs on els clients poden acomodar-se per passar una bona
estona de conversa (foto 7). Allà ens esperaran la Okami i les Nakai-san (foto
8). En algun Ryokan, allí deixarem el nostre calçat dins unes taquilles, en
altres podrem seguir amb les nostres sabates una estona més, i acompanyats per
la cambrera ens dirigim a la nostra habitació, aquesta és més que un simple
dormitori, normalment es pot ocupar per quatre o mes persones. Darrere d’una
porta al sistema occidental, amb pany i clau, trobem l’espai anomenat
agari-kamachi (foto 9), aquí si, definitivament abandonarem el nostre calçat,
si no ho hem fet ja en el vestíbul. Espai proveït d’un petit armari sabater,
dóna pas a la resta de les dependències, totes elles a un nivell lleugerament
superior. A partir d’aquí, normalment, totes les portes que trobem a l’habitació
seran corredisses, es diuen Shoji si estan confeccionades amb paper washi
translúcid i fusuma si són de paper opac, i acabades amb un marc de fusta (foto
10). Entrem al washitsu que és l’habitació a on podem observar l’escassetat de mobiliari i
la sobrietat de la decoració. Aquí us deixo un esquema dels elements que
conformen una habitació stàndar en un Ryokan i alguna foto (foto 11, 12 i 13).
El terra està cobert
per tatamis. Confeccionats amb palla seca d’arròs trenada, coberta amb fibra de
jonc i rivetejades amb cinta verda o amb brocat, és el millor terra per
trepitjar descalços, seure en coixins i dormir amb solament un futon entre el
tatami i el cos. A més de d’agradable aroma que desprèn, com si estiguessis
enmig d’un prat, és un gran aïllant acústic i tèrmic (foto 14).
A sobre del tatami
trobarem una taula baixa al mig de la sala, amb quatre cadires sense potes o
simplement coixins per seure. Els noms de tots aquests elements els trobareu en
l’esquema.
A un costat de l’habitació
trobarem el tokonoma, és l’element més important de la sala. A forma d’altar,
però sense connotació religiosa, allà s’exposaran els elements més preuats.
Lleugerament elevat del terral, tan sols uns centímetres, observarem a la paret
el kakemono, que és un pergamí amb una pintura o amb cal · ligrafia i sobre el
tatami del tokonoma haurà, normalment, un Ikebana (foto 15). Ikebanes podrem
trobar-los en diverses estances del Ryokan, recepció, menjadors, passadissos,
etc ....
Seguint a l’habitació,
després de unes altres portes corredisses ens trobarem una terrassa coberta
anomenada engawa, amb una taula i dues cadires, aquestes són altes, com d’estil
occidental, en un extrem hi pot haver un petit tocador (foto 16).
A la zona de bany i
w.c. cal accedir amb unes sabatilles que són d’ús exclusiu per a aquesta zona.
En una dependència trobarem el ofuro o banyera, al wc en una altra dependència
annexa i el lavabo en una altra.
En entrar, la nostra
Nakai-san ens demanarà que ens asseguem a la tauleta del mig de la sala, ens
servirà un te amb un pastisset i ens proporcionarà una tovalloleta humida que
farà de tovalló (foto 17). Ens deixarà per gaudir d’aquesta deliciosa rebuda i l’estoneta
tornarà per ajudar-nos a vestir el yukata, espècie de kimono senzill de cotó i
el tanzen, que és com una jaqueta. Potser als japonesos no els facin cap falta les
seves destres maniobres, però per als occidentals és àrdua tasca el col · locar-se
aquesta vestimenta i sense elles seria missió impossible (foto 18). També ens
oferiran uns tabi, que són aquests curiosos mitjons que separen el dit gros del
peu de la resta dels seus companys, ideals per calçar després les geta, si ens
ve de gust passejar pels jardins o sortir a fer un volt per la zona. Si, una
vegada que estas vestit amb el yukata, és ja la roba que usaràs fins que marxis
del Ryokan (foto 19). Abans de sopar t’aconsellen que vagis a prendre un bany a
l’ansen, d’aquesta activitat no us parlo doncs ja ho vaig fer l’entrada sobre
els banys tradicionals japonesos 2ª part (foto 20).
Després de la relaxant
activitat, el sopar es pot prendre a la mateixa habitació o al menjador si
viatges amb un grup. El sopar és tot un espectacle culinari. Ve a ser el que
aquí anomenem "menú degustació", compost per molts petits plats
elaborats antigament a les cuines imperials i canviant depenent de l’època de l’any,
però bàsicament compost per entre 6 i 15 aliments diferents que seran únics i
no es repetiran en cap altre plat, cada un amb detalls de guarnició summament
elegants. Sopa miso, adobats, verdures, peix cru i a la graella, arròs,
aliments al vapor, carn marinada i així una infinitat de platerets en finíssima
vaixella van apareixent davant teu (foto 21).
Un cop acabat el
sopar, en molts Ryokan ofereixen activitats diverses, concretament jo vaig
assistir a una demostració de taiko, que són els tambors japonesos (foto 22).
Quan tornes a l’habitació,
et trobes que la tauleta del centre, amb les cadires sense potes ha estat
traslladada i ara fa les funcions de tauleta de nit, a sobre d'ella ens han
deixat un despertador, uns gots i un jerro-termo ple de aigua gelada (jo vaig
ser a l’estiu) i en el terra el llit, bé
millor dit el futon, el coixí i l’edredó. Tota una experiència dormir al terra,
sobretot aixecar-se si no es compta amb bona condició física, com és el meu cas
(foto 23).
L’esmorzar, normalment
a escollir entre l’esmorzar japonès amb arròs, peix, sopa miso, etc ... potent
esmorzar ja que allí es considera el menjar més important del dia o es pot
optar per un esmorzar occidental tradicional.
Si viatgeu alguna vegada al Japó, no us deixeu perdre aquesta experiència, un veritable viatge al passat.
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